CUEVAS DE VELASCO

Suele ocurrir con frecuencia que el olvido se muestre caprichoso con localidades que merecerían a todas luces estar en un lugar privilegiado de la escena. Así ocurre con Cuevas de Velasco, que además de naturaleza y cercanía a la capital, cuenta entre sus activos con uno de los cascos urbanos más fieles a la tradición arquitectónica alcarreña.
Poblado desde muy antiguo, se han hallado útiles Paleolíticos de asentamientos en las terrazas del río Mayor, (Llamado en algunas fuentes río Cuevas). También se han encontrado restos de la Edad del Bronce y del Hierro. Durante la invasión árabe se levantó una fortificación. Se denominó Cuevas de Cañatazor pasando posteriormente a llamarse de Velasco por haber pertenecido al Marqués Diego de Velasco. Fue un pueblo en el que hubo hospital, Casa de la Inquisición y Pósito. En 1786 era villa de señorío de los Marqueses de Velasco, Rada y Alvarado, perteneciéndoles a estos señores también los de Valdecolmenas de Abajo y Verdelpino de Huete. En 1837, durante las guerras carlistas, al retirarse Cabrera de las inmediaciones de Madrid, saqueó este pueblo y acosado por el general Orea hubo de huir a Arcos de la Cantera. En esta época fue en la que se destruyó el castillo.