Asomada al valle del Río Mayor, entre otros que tienen el cielo por fondo, laderas y alcores, ribazos y cañadas, Caracenilla (Villa Leal) amanece y anochece con respiración pausada y el arrebol del cielo en su frontera.
Los moriscos expulsados de Huete se asentaron como agricultores en la vega del río Mayor, que en 1632 se constituyó como villa, y posteriormente perteneció a los marqueses de Valverde y Caracena, con dos anejos: Carrascosilla y Uterviejo.