Sobre un altozano, paciente y tranquila, Horcajada de la Torre espera a los visitantes en la ribera del Gigüela.
Los primeros datos que se conocen de Horcajada de la Torre datan de la época árabe. En estos momentos ya existía el pueblo de Orcaxada. También de esta época han quedado las famosas cuevas y la historia de la mora encantada que sale a peinarse en el cerro de la Cruz la mañana de S. Juan y ¿una posible mina de yeso y espejuelo? en ese mismo cerro. Durante la reconquista Horcajada perteneció al Alfoz de Huete, es decir, al territorio que se le asignó a la ciudad de Huete para que lo vigilara y repoblara. Será en 1533 cuando Felipe II, aun siendo príncipe y en nombre de su padre Carlos I, en un viaje que realizó a Cuenca le otorgó la independencia con “facultad de poner horca, picota y demás insignias jurisdiccionales que debía usar como villa” y nombrar alcaldes, regidores, mayordomo y otros oficios como en las demás villas.
