Dificultad
Duración
Recorrido
Distancia
Signaling
Ha llegado el momento de internarnos en el corazón de la comarca, en territorios que son compendio de su paisaje y de su devenir histórico.
Pasaremos por La Peraleja, pueblo donde podremos degustar la magnífica textura de las tortas que allí se cuecen. Cruzando el áspero, casi ascético, valle del Guadamejud, comprobará con cuanta frecuencia de la misma mano nudosa que brega con campos inmisericordes, surgen las más claras pruebas de la finura y la delicadeza.
Llegaremos después al pueblo de Gascueña, una de las poblaciones más sugerentes de toda La Alcarria Conquense. La fundación de este pueblo fue promovida por las huestes gasconas que combatían a las órdenes de los reyes de Castilla y que decidieron asentarse frente a tres titanes que Hércules había convertido en oteros.
Después de abandonar el valle del Guadamejud, llegaremos a la hacendosa Cañaveras, desde donde se sube al páramo en busca de la sublime mampostería de unos chozos, que recuerdan anhelantes la compañía de encinas centenarias y de las viñas. Tras llegar a Villaconejos de Trabaque, teñida del púrpura de mimbres y sarmientos, ya estaremos cerca de nuestra meta a orillas del Escabas, donde Priego cobra el derecho de portazgo de la Serranía Conquense.