Pocos saben que los campos alcarreños se visten y se desnudan según las necesidades del hombre. Muchos panes se han cocido con los vestidos que cubrían las laderas de Valdecañas; ahora que el horno no se enciende, las laderas se visten para regocijo del visitante.
Se desconoce el origen de esta localidad y no tenemos noticias de su historia, sin embargo se encuentra en una zona de habitación muy antigua y romanización importante. También es una zona con presencia frecuente de necrópolis de tumbas antropomorfas, como lo atestiguan las existentes en la Peña del Horno.