La Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción, situada en la localidad de Valdeolivas, en La Alcarria Conquense, presenta una evolución a lo largo de los siglos que, salvando las distancias, la emparenta con la Catedral de Cuenca (con la que también comparte algunas características formales). Al igual que en aquella, el paso de los siglos ha ido ocultando, cuando no modificando, la fábrica y el diseño primitivo, de tal forma que los elementos más valiosos del edificio, en tanto en cuanto originales, muchas veces escapan a los ojos del visitante, ocultos por otros más llamativos.
La obra románica de la Iglesia constaría de una sola nave con la torre a los pies y portada de ingreso en el muro sur. Ya en el siglo XIII se añadirían dos naves laterales, al parecer vinculadas a la obra de la Catedral de Cuenca, pero en una versión más tosca del gótico primitivo, en consonancia con el carácter rural de edificio.
Actualmente se nos presenta solo con una de aquellas naves laterales.
De la obra románica poco queda, la nave principal está del todo reconstruida, aunque para algunos la bóveda actual es réplica de la original y por tanto emparentada con las de
Buenafuente del Sistal o la de Albalate de las Nogueras.
La bóveda del ábside se decora con pinturas murales: Pantocrátor flanqueado por los Tetramorfos y a ambos lados los Apóstoles en dos grupos de seis. Estas pinturas, únicas en el territorio, se conservaron detrás de un retablo barroco destruido en el año 1936. Han sido fechadas en el primer cuarto del siglo XIV; se trata por tanto de una decoración tardía, conocedora de la pintura gótica, aunque utilizando tipologías enraizadas en el espíritu románico.
