Todo lo que tiene de exuberante el entorno de esta localidad, con sus bosques de quejigos y su fértil vega, lo tienen de austero las construcciones del hombre, ejemplificadas en su imponente iglesia, que domina el nido de golondrina que es Villar del Maestre.
El nombre de esta población le viene dado por haber residido en ella el Maestre General de la Orden de Santiago. En 1587 tenÃa 120 vecinos. En 1782 aparece como villa de realengo y tenÃa como anejo la aldea de Valdecabrillas, como arrendatarios de la Condesa de la Oliva y de algún otro particular. Actualmente es una villa agrÃcola a poco más de quince minutos de viaje de la capital.