Dificultad
Duración
Recorrido
Distancia
Señalizada
Desnivel de subida
Desnivel de bajada
La ubicación de la población sobre un promontorio rocoso que se asona al valle del río Mayor permite disfrutar de amplias panorámicas de los alrededores y, horadadas en sus entrañas bajo las viviendas, llevan siglos reposando los vinos domésticos en antogias y ciudadas cuevas.
La iglesia parroquial de Nuestra Sra de la Asunción de Cuevas de Velasco, del siglo XVI y declara Bien de Interés Cultural en 2013, es una imponente construcción de silleria de una sola nave con una torre cuadrada al oeste. Los policromados retables y altares fueron tallados entre los siglos XVI y XVIII.
Cuevas de Velasco junto con Villar del Maestre forman el municipio de Villar y Velasco.
Se toma una pista forestal en dirección sur que, entre tierras de labor, sube lentamente hacia el paraje de la Duz hasta alcanzar la Edesa (Dehesa), el monte comunal de Cuevas de Velasco, donde los cultivos son relevados por el quejigar.
Al llegar al Monte abajo, en el paraje del Corral del Pollo, el paisaje cambia de forma radical y se adentra en un espeso pinar (pinus nigra). A mitad de la pineda tomamos una pista dirección norte por la que bajaremos en busca de la vega del río Mayor de Cuevas de Velasco.
En el paraje del Reajo, al borde del bosque, se localizan unas antiguas tumbas medievales, de época visigoda, excavadas en una gran roca al borde del camino. El trazado desemboca en la carretera, junto a la que se encuentra el epicentro de la necrópolis visigoda que se extiende en un radio de unos 300m.
El sendero gira por la carretera hacia la izquierda y transita por el asfalto durante casi 400m hasta llegar a un camino que se atraviesa la vega y desemboca en el río. Se cruza el cauce por un puente para tomar hacia la derecha por un camino paralelo a la vía férrea Madrid-Valencia.
Cerca del pueblo el trazado abandona el camino de servicio, cruza nuevamente el río y atraviesa las tierras de labor hasta la carretera local CUV-2172 y sube hacia el cerro de la Horca, donde, a media ladera, encontramos La Carrasquilla. El recorrido llega al pueblo tras pasar por la Cruz del Cura, antiguo rollo de la justicia asentado sobre un peñasco.