La serranía de Cuenca es uno de los espacios protegidos más grandes de España y se sitúa entre las provincia de Cuenca y Guadalajara. De los 40 municipios conquenses, que componen este espacio, 6 son de la comarca de La Alcarria Conquense (Alcantud, Albendea, Priego, Villaconejos del Trabaque, Albalate de las Nogueras y Vindel).
La importancia del LIC y la ZEPA vienen determinada por el gran valor paisajístico de algunos elementos geológicos, botánicos, forestales y avifaunísticos.
Los aspectos geológicos más destacables son las hoces de los ríos Escabas, Trabaque y el desfiladero de Toriles. Estas formaciones son típicas serranas y contribuye a la diversificación la tipología de paisajes alcarreños.
La vegetación principal es el pino laricio (Pinus nigra ssp salzmannii).
También hay que destacar los encinares de Quercus ilex y quejigares
de Quercus faginea, acompañados de otras especies muy interesantes
como son la sabina negra (Juniperus phoenicea), el enebro (Juniperus
communis).
Por otro lado, son muy importantes los ecosistemas de ribera, que se encuentran en un estado de conservación magnífico. Los numerosos ríos nacen en la serranía y forman en las cabeceras hoces, valles o encajaduras que favorecen el poblamiento por la vegetación rupícola, además de constituir el refugio y hábitat de especies rapaces y otras aves rupícolas.
La importancia faunística de la Serranía de Cuenca viene determinada por el grupo de las rapaces (rupícolas y forestales), señalando entre todas, el alimoche (Neophron percnopterus) y el águila perdicera (Hieraaetus fasciatus). Destacar también la presencia del avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), el roquero solitario (Monticola solitarius) o la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax).
Incidir, en el gran estado de conservación de otras paseriformes forestales como son el carbonero (Parus major), el herrerillo común (Cyanistes caeruleus) o el mito (Aegithalos caudatus).
En resumen, la Serranía de Cuenca posee un sin fin de valores ambientales ensamblados en su alto valor paisajístico, naturalidad de sus masas boscosas y diversidad de formaciones geomorfológicas. Todas estas características juntas forman la base para crear un espacio de gran relevancia para la presencia de aves rupícolas y forestales de gran valor por su situación poblacional.
